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Martes, 23 de marzo de 2021

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san Toribio de Mogrovejo


Números 21:4-9
Salmos 102:2-3, 16-21
Juan 8:21-30

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ya era hora

"En el camino, el pueblo perdió la paciencia" (Números 21:4).

   Nosotros los seres humanos vivimos en el dominio del tiempo. Dios, Quien es eterno, está fuera del tiempo. Obviamente, no concebimos el tiempo como Dios lo hace (ver 2 Pe 3:8).

   Jesús es el Redentor de todas las cosas, y también es el Redentor del tiempo. Sabemos que nuestro Redentor vive (Jb 19:25) y está activamente haciendo que el tiempo sirva a Sus propósitos. Si todo el tiempo está bajo el señorío de Jesús, su Redentor, y nosotros también estamos bajo Su señorío, entonces lógicamente se deduce que no hay necesidad de que seamos impacientes. Lógicamente, sabemos que hay "un tiempo para cada cosa" (Ecl 3:1) y que Jesús, el Redentor del tiempo, "hizo todas las cosas apropiadas a Su tiempo" (Ecl 3:11).

   Como el tiempo siempre sirve a Dios, los problemas con el tiempo surgen cuando estamos luchando por aceptar el señorío de Jesús sobre nosotros. Nos impacientamos, nos quejamos (Núm 21:5) y nos frustramos cuando las cosas suceden demasiado rápido o demasiado lento para nuestro gusto. En la raíz de esta impaciencia se encuentra una batalla por el control del tiempo entre nosotros y Dios, el Señor del tiempo. Por lo tanto, la impaciencia puede ser una semilla de descontento, lo que lleva a una rebelión total contra Dios (Núm 21:5).

   El antídoto de Dios para la impaciencia es que le roguemos al Señor un aumento del amor, que es paciente (1 Co 13:4) y de docilidad al Espíritu Santo, porque la paciencia es un fruto del Espíritu (Gál 5:22). Otra forma de crecer en la paciencia es mirar regularmente al Jesús crucificado (ver Jn 3:14; Núm 21:9). Crece en paciencia. Confía en el Señor, el Dios del tiempo (ver Sal 62:9).

Oración:  “Bendeciré al Señor en todo tiempo, Su alabanza estará siempre en mis labios” (Sal 34:2).

Promesa:  “Porque si no creen que Yo Soy, morirán en sus pecados” (Jn 8:24).

Alabanza:  San Toribio nació en España y ejerció la abogacía. Su agudo intelecto llamó la atención de los líderes de la Iglesia. Fue ordenado sacerdote y obispo, y asignado a Lima, Perú, como arzobispo.

Referencia:  (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).

Rescripto:  Según el Código de Derecho Canónico, se otorga el Nihil Obstat (no existe impedimento para publicar) a Un Pan, Un Cuerpo por el periodo 1 de febrero de 2021 al 31 de marzo de 2021. Otorgado el 5 de agosto de 2020. Reverendo Steve J. Angi, Canciller y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati

El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.