Esta es la esencia de la esperanza y de nuestra vida en Cristo. Con la cruz viene ciertamente la resurrección. Podemos ser gusanos oprimidos ahora (Is 41:14), pero Jesús nos transformará en nuevos instrumentos afilados de Su reino (Is 41:15). Podemos estar en el pozo ahora (Gn 37:24), pero el Señor soberanamente transformará ese pozo en poder a Su tiempo (Sal 105:21). Una relación en absoluta confusión puede transformarse gloriosamente en una brillante "creación nueva" (2 Co 5:17).

Dios hace este tipo de cosas todo el tiempo. Él hace un camino donde no vemos ninguna salida posible. "Porque para Dios todo es posible" (Mt 19, 26). La única forma de alejarnos de esta gloriosa liberación es el salir en desesperación y abandonar nuestra posición. Podemos decidir libremente que las condiciones actuales son demasiado para nosotros. Cenicienta se sale de la fiesta para evitar la humillación. El nerd cede a la desesperación. El equipo perdedor se deshace en frustración.

Nunca olvides el poder del Señor. "Los que siembran entre lágrimas cosecharán entre canciones. El sembrador va llorando cuando esparce la semilla, pero vuelve cantando cuando trae las gavillas" (Sal 126:5-6). El Señor transforma el luto en baile (Sal 30:12), da libertad a los que están en esclavitud (Is 61:1) y redime nuestras vidas de la destrucción (Sal 103:4). ¡Qué dulce es Él!

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 12 de diciembre de 2018

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