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Jueves, 2 de mayo de 2019

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san Atanasio


Hechos 5:27-33
Salmos 34:2, 9, 17-20
Juan 3:31-36

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Reflexiones Similares

¿racionamiento?

"El Espíritu Santo que Dios ha enviado a los que le obedecen" (Hechos 5:32). "El que Dios envió dice las palabras de Dios, porque Dios le da el Espíritu sin medida" (Juan 3:34).

Los versículos anteriores parecen un poco contradictorios. La escritura dice que Dios da el Espíritu a quienes lo obedecen (Hch 5:32). La clara implicación de Pedro cuando pronunció estas palabras al Sanedrín desobediente, es que el Señor no dará el Espíritu Santo a los que no Le obedecen. Después el segundo versículo dice que Dios no raciona el Espíritu Santo (Jn 3:34), sino que derrama el Espíritu sin limitación.

En verdad, Dios ha prodigado el Espíritu "sobre todo los hombres" (Hch 2:17). Sin embargo, cuando desobedecemos a Dios, le damos la espalda a Él y a Su Voluntad. En nuestra desobediencia, tapamos la vasija de barro de nuestra vida (ver 2 Co 4:7) y rehusamos recibir Su flujo ilimitado del Espíritu. Extinguimos la acción del Espíritu (1Tes 5:19).

A veces nuestra desobediencia puede no provenir de rebelión abierta, sino simplemente de debilidad. No tenemos un límite espiritual en nuestra vida; recibimos el Espíritu Santo; pero no lo podemos retener. Nuestros pecados y debilidades causan grietas en las vasijas de nuestras vidas. Goteamos como cisternas rotas (ver Jer 2:13).

En la primera Pascua, Jesús sopló en Sus discípulos y dijo, "reciban el Espíritu Santo" (Jn 20:22). La temporada de Pascua es un tiempo para derramar el Espíritu, entonces pide al Señor la gracia de arrepentirte de cualquier desobediencia y cualquier otra cosa que pueda reprimir o entristecer al Espíritu (1Tes 5:19; Ef 4:30) en tu vida. Haz una confesión de Pascua para reparar las grietas en tu vida, y pide al Padre que derrame Su Amor en tu corazón mediante el Espíritu Santo (Rom 5:5).

Oración:  Jesús, que mis grietas sean selladas por el Espíritu (2 Co 1:22) para que esté lleno del Espíritu (Hch 2:4).

Promesa:  "El que cree en el Hijo tiene Vida eterna" (Jn 3:36).

Alabanza:  San Atanasio se preparó para su vocación pasando dos años con san Antonio del Desierto. Su valiente enseñanza ayudó a derrotar a la herejía ariana.

Referencia:  (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial)

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 23 de enero de 2019

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