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Martes, 23 de abril de 2019

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Martes de Pascua


Hechos 2:36-41
Salmos 33:4-5, 18-20, 22
Juan 20:11-18

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Reflexiones Similares

"¿oh hermano, dónde estás?"

"Ve a decir a mis hermanos…" (Juan 20:17).

En el versículo anterior es la primera vez en los Evangelios que Jesús específicamente llama a Sus apóstoles "hermanos". El Padre de Jesús puede ahora ser el Padre de los apóstoles y nuestro Padre porque Él será capaz de darles el Espíritu Santo. El Espíritu viene del Padre y del Hijo. Así que Jesús, Quien asciende a Su Padre, sabe que Sus discípulos pueden volver a nacer como hijos de Dios (ver Jn 3:5), y, por lo tanto, somos Sus hermanos y hermanas, hijos del mismo Padre. Los apóstoles habían hecho la voluntad de Dios incluso hasta la cruz. Ellos trataron de permanecer juntos como Su Comunidad. Y así Jesús les premia diciéndoles que Su Padre y Dios son el Padre y Dios de ellos. ¡Qué privilegio poder llamar a Dios, Creador del universo, nuestro Padre!

Cuando cargamos nuestra cruz y caminamos directamente a través del Calvario, Jesús ha elevado bendiciones y las ha almacenado para nosotros; por eso consideramos el sufrimiento que debemos soportar como si no fuera nada (Rom 8:18). En la Cuaresma del 2014, el Papa Francisco habló de los cristianos que escogen vivir una existencia de "Cuaresma sin Pascua". Él quiso decir que ellos se enfocan en varios aspectos de la vida cristiana, como la cruz, el sufrimiento y la renuncia, pero se olvidan de la alegría y el gozo que la resurrección de Jesús vino a traernos. El Papa dijo que esos cristianos no dejan que el gozo de Jesús resucitado les transforme sus corazones o sonrisas. Ellos no recibieron la recompensa completa (ver 2 Jn 8).

Sé hermana o hermano de Jesús en su sentido más pleno. Estén alegres y contentos en Jesús, el Salvador resucitado. Jesús ha resucitado. ¡Aleluya!

Oración:  Padre, hazme como María Magdalena, que mi espíritu "cuelgue de Jesús".

Promesa:  "María Magdalena fue a anunciar a los discípulos que había visto al Señor y que Él le había dicho esas palabras" (Jn 20:18).

Alabanza:  María transmitió la fe católica a sus hijos y ayudó a sus padres a encontrarla de nuevo.

Referencia:  (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 23 de enero de 2019

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