"dios es amor"
"El amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó primero, y envió a Su Hijo como víctima propiciatoria por nuestros pecados" (1 Juan 4:10).
Dios amó tanto al mundo (ver Jn 3:16) que Él:
- nos creó,
- se convirtió en un ser humano,
- murió en la cruz por nosotros,
- resucitó de entre los muertos por nosotros,
- nos ofrece una participación en Su naturaleza divina mediante el Bautismo (2 Pe 1:4),
- perdona todos nuestros pecados,
- hace posible que seamos Sus hijos e hijas,
- nos invita a ser miembros de Su Cuerpo, la Iglesia,
- quiere que vivamos en Él y Él en nosotros (ver Jn 6:56),
- nos da Su Cuerpo y Sangre en la Sagrada Comunión,
- quiere hacernos un "sacerdocio real, una nación santa" (1 Pe 2:9), y
- volverá para llevarnos al perfecto amor y felicidad del Cielo.
Verdaderamente Dios es Amor (1 Jn 4:8, 16), y no hay mayor amor que Su amor perfecto, infinito, incondicional y eterno. "Nosotros amamos porque Dios nos amó primero" (1 Jn 4:19). Por lo tanto, vivamos en Su amor (Jn 15:9-10) y amémonos unos a otros (1 Jn 4:7), especialmente a nuestros enemigos. Amemos hasta el punto de dar nuestras vidas por nuestros hermanos y hermanas en Cristo (1 Jn 3:16). Permanece en el amor y permanece en Dios (1 Jn 4:16).
Oración: Padre, en este día de la temporada navideña, dame "amor de corazón puro, de una buena conciencia y de una fe sincera" (1 Tim 1:5).
Promesa: "Así Dios nos manifestó Su amor: envió a Su Hijo único al mundo, para que tuviéramos Vida por medio de Él" (1 Jn 4:9).
Alabanza: Elizabeth oró con gran fe por sus hijos y los hijos de sus hijos, todos los días hasta su último día.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 1 de junio de 2018
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