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Sábado, 7 de abril de 2018

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Semana de Pascua


Hechos 4:13-21
Salmos 118:1, 14-21
Marcos 16:9-15

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¿elevando la fe o elevando el infierno?

"En seguida, se apareció a los Once, mientras estaban comiendo, y les reprochó su incredulidad y su obstinación porque no habían creído a quienes lo habían visto resucitado" (Marcos 16:14).

Los apóstoles no tenían fe en el Cristo resucitado aun después de escuchar sobre Su resurrección de parte de María Magdalena y de los dos discípulos que encontraron a Jesús en el camino a Emaús (Mc 16:11, 13). Entonces, el mismo Jesús resucitado regañó a los apóstoles por la falta de fe (Mc 16:14). Esto enseña que fe es tan importante para Dios, que Él mismo se ocupa de la falta de fe.

Hoy día está de moda echarle toda la culpa al mal de casi todo en lugar de a la falta de fe. Por nuestra cultura de muerte, culpamos a la Planificación Familiar, al gobierno, a la mala enseñanza de la Iglesia, a nuestros padres, a la economía. Aun siendo verdad esto, podríamos mover todas las montañas de nuestra cultura de muerte, si solo tuviéramos la fe del tamaño de una pequeña semilla de mostaza (Mt 17:20). Escuchamos acerca de la "crisis vocacional". Aunque esta "crisis" no es la causa sino el efecto, no es la crisis sino el síntoma de ella. La crisis es la falta de fe. La Iglesia ora al Señor en la Misa para no mirar "nuestros pecados sino la fe de la Iglesia". Al igual que Jesús, centrémonos en nuestra fe.

En este sábado de Pascua, uno de los días más importantes del año litúrgico, Dios Padre por medio del Hijo resucitado te envía al Espíritu Santo para aumentar, profundizar, y fortalecer tu fe. Él te dará el don de la fe (1 Co 12:9) y producirá en ti el fruto del Espíritu llamado fe (Gal 5:22). Que puedas recibas el regalo de Pascua de fe más grande y siempre en aumento.

Oración:  Padre, que Te dé gracias diariamente por el don de la fe.

Promesa:  "Estaban asombrados de la seguridad con que Pedro y Juan hablaban, a pesar de ser personas poco instruidas y sin cultura. Reconocieron que eran los que habían acompañado a Jesús" (Hch 4:13).

Alabanza:  ¡Alabado seas, Jesús resucitado! ¡Envía Tu Espíritu sobre nosotros y llénanos con Tu gozo y poder!

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 11 de octubre de 2017.

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