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Lunes, 24 de abril de 2017

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san Fidel de Sigmaringen


Hechos 4:23-31
Salmos 2:1-9
Juan 3:1-8

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¿iglesia militante o iglesia derrotada?

"Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y anunciaban decididamente la Palabra de Dios" (Hechos 4:31).

Los líderes judíos encarcelaron a los apóstoles por haber curado a un hombre paralitico y "predicaron y anunciaron al pueblo la resurrección de los muertos cumplida en la persona de Jesús" (Hch 4:2). Posteriormente, fueron amenazados por los líderes de nunca mencionar el nombre de Jesús de nuevo (Hch 4:17) y fueron puestos en libertad. Los apóstoles se reunieron con los otros discípulos y oraron por la completa seguridad al proclamar la Palabra de Dios (Hch 4:29-30). Después de esta oración, ellos fueron llenos por el Espíritu Santo. Ellos continuaron hablando la palabra de Dios con confianza (Hch 4:31).

Al igual que los primeros creyentes en la resurrección de Jesús, no debemos de alarmarnos que los poderes de este mundo conspiran con furor contra nosotros (ver Hch 4:25). La Iglesia y sus miembros han sido atacados por siglos. Dios en el cielo simplemente se ríe (Sal 2:4). Él es eterno, todopoderoso. El poderoso de este mundo ejerce su poder solo por un tiempo.

Por lo tanto, debemos orar por esa confianza, seguridad y la fuerza que los apóstoles poseían. Dios quiere que sepamos con seguridad que si Él está para nosotros, nadie puede estar en contra de nosotros (Rom 8:31). "Aquel que está en ustedes es más grande que el que está en el mundo" (1 Jn 4:4). Somos más que vencedores en Jesús (Rom 8:37). Mantengámonos firmes en extender la palabra de Dios. Somos invencibles cuando estamos arraigados en Jesús y de pie con seguridad en el centro de su voluntad.

Oración:  Que podamos derramar el Espíritu Santo en este mundo Señor Jesús. Motiva a muchos adolescentes y adultos a aceptar vocaciones religiosas santas, llenos de fe y entusiasmados para hablar la Palabra de Dios con confianza.

Promesa:  "El que no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios" (Jn 3:5).

Alabanza:  San Fidel se dedicó a la oración frecuente después de que el Señor le reveló que iba a ser martirizado.

Referencia:  (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 28 de deciembre de 2016.

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