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Domingo, 5 de marzo de 2017

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1er domingo de Cuaresma


Génesis 2:7-9; 3:1-7
Romanos 5:12-19
Salmos 51:3-6, 12-14, 17
Mateo 4:1-11

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Reflexiones Similares

la vista desde el desierto

"Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto" (Mateo 4:1).

En la cruda desolación del desierto físico, se puede:

  • ver claramente sin distracción.

  • vivir con sencillez, en un estilo de vida "claro y directo". Solo las necesidades básicas para sobrevivir son valiosas.

  • discernir claramente el valor. Tenemos la tendencia a sobrevalorar las cosas de este mundo (1 Jn 2:16). En el desierto, una taza de agua tiene mucho más valor que un collar de diamantes.

En la Cuaresma, el Espíritu Santo nos lleva al desierto para hablarle a nuestro corazón (Os 2:16). Este desierto espiritual es similar al desierto físico:

  • Las tentaciones se pueden ver con mayor claridad por lo que son, sin distracciones.

  • Las cosas que parecen tan importantes en el mundo, tales como la relación de los demás, se desvanecen en la oscuridad del desierto espiritual.

  • Las cosas que parecen oscuras en el desorden de la sociedad, tales como la opinión que Dios tiene de ti, son de importancia crítica en el desierto.

  • Tu necesidad de provisión y protección de Dios es aguda en el desierto. Las consecuencias de rebelarse en contra de la dirección de Dios pueden ser fatales.

Por encima de todo, el desierto es un lugar de amor (ver Jer 2:2). En el desierto, el Señor nos atrae (Os 2:16) derramando Su amor en nuestro corazón por medio del Espíritu Santo (Rom 5:5). Los Israelitas se quejaron en el desierto (ver Ex 16:2), pero en el desierto de Cuaresma, nos regocijaremos (Is 35:1). "¡Preparen en el desierto el camino del Señor!" (Is 40:3)

Oración:  Jesús, déjame considerar todo como pérdida de modo que siempre pueda considerarte solo a Ti para que seas mi Riqueza (Fil 3:7-8).

Promesa:  "Por la obediencia de uno solo, todos se convertirán en justos" (Rom 5:19).

Alabanza:  Jesús, nuestro Novio nos espera a nosotros, su novia, en su reino. Alabado, Señor Jesús, por tu misericordia. Te adoramos.

Referencia:  (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 30 de noviembre de 2016.

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