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Viernes, 5 de agosto de 2016

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Devoción a santa María Mayor


Nahum 2:1, 3; 3:1-3, 6-7
Deuteronomio 32:35-36, 39, 41
Mateo 16:24-28

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Reflexiones Similares

maría mayor

"El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga" (Mateo 16:24).

Para ser discípulos de Jesús, debemos negarnos a nosotros mismos, y tomar Su cruz cada día (Lc 9:23). En efecto, tenemos que perder nuestras vidas (Mt 16:25). Ya no funcionamos independientemente, sino obedientemente. No hacemos lo nuestro, sino lo Suyo. Hemos sido crucificados con Cristo y las vidas que vivimos ya no son las nuestras (Gal 2:19-20).

Aunque el costo del discipulado es muy alto, en el fondo tenemos la sensación de que solo al perder nuestras vidas como discípulos de Jesús, encontraremos el sentido y la plenitud de la vida (Mt 16:25). Al mismo tiempo, dudamos de hacer el gran acto de fe necesario para ser discípulo de Jesús. Jesús es consciente de nuestro problema. Cuando Él estaba colgado en la cruz, Él nos proporcionó a María como nuestra madre y gran discipuladora (ver Jn 19:26-27). Ella intercederá por nosotros y nos profetizará (ver Hch 1:14, 2:4), de manera que decidamos pagar el costo del discipulado. Ella nos llevará a obedecer a su Hijo (ver Jn 2:5).

Jesús no nos obliga a aceptar a Su madre como nuestra madre. Nosotros debemos decidir. Tradicionalmente, aceptamos la ayuda de otros en el discipulado, poniéndonos en el manto de la persona (ver 1 Re 19:19). Ese es el significado del escapulario. Representa el manto de María. El uso del escapulario significa que aceptamos el plan de Jesús para el discipulado y pagaremos el costo del discipulado. Use su escapulario y viva su significado.

Oración:  Padre, que permita ser influenciado por María tal como ella influenció a Jesús.

Promesa:  "Miren sobre las montañas los pasos del que trae la buena noticia del que proclama la paz" (Nah 2:1).

Alabanza:  Joe amaba a Jesús con todo su corazón, pero había cerrado su corazón a María. Entonces se dio cuenta de que había desairado a la madre de Su Señor. Él pidió perdón a Jesús y a María, y ahora reza el rosario con sus hijos.