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Domingo, 3 de julio de 2016

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14vo Domingo de T. Ordinario


Isaías 66:10-14
Gálatas 6:14-18
Salmos 66:1-7, 16, 20
Lucas 10:1-12, 17-20

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Reflexiones Similares

lealtad a la marca

"Yo llevo en mi cuerpo las cicatrices de Jesús" (Gálatas 6:17).

El ganado se marca para que todos sepan quién es su propietario. Pablo llevaba las cicatrices de la marca de Jesús en su cuerpo, para que todos supieran que él pertenecía a Jesús. Las marcas que llevaba Pablo eran cicatrices y moretones de los golpes, pedradas y otros sufrimientos que soportó por Jesús (ver Hch 14:19; 16:22ss; 2 Co 11:23ss). Otros santos, como Francisco de Asís y el Padre Pío, han sufrido los estigmas, las heridas de Cristo, en sus manos y pies.

¿Podría alguien decir que perteneces a Cristo al mirar tu cuerpo? Aquí están las marcas de algunos cristianos que conozco:

  • círculos bajo los ojos que denotan la falta de sueño en los padres que tienen más hijos en amorosa obediencia al Señor,

  • kilos de más en un padre que le dedica mucho tiempo a sus hijos y no tiene tiempo para hacer ejercicio,

  • pérdida de peso visible durante la cuaresma por el ayuno devoto,

  • sonrisas radiantes y rostros resplandecientes derivados de desbordante alegría en ser propiedad de Jesús (ver Ex 34:30),

  • ojos que reflejan una paz que sobrepasa todo entendimiento (Fil 4:7) en medio de un sufrimiento personal increíble,

  • pelo rapado en las cabezas de los hombres, en dos familias, como una señal de la empatía a un ser querido que sufre de cáncer, y

  • una "banda" blanca de color permanente en la muñeca de un sacerdote que se comprometió a llevar un grueso brazalete pro-vida hasta que la legalización del aborto sea eliminada en los EE.UU.

Sé crucificado para el mundo (Gal 6:14). Lleva la marca de Jesús, y "glorifica a Dios en tu cuerpo" (1 Co 6:20).

Oración:  Jesús, recibe mi cuerpo como un sacrificio vivo (Rom 12:1).

Promesa:  "Como un hombre es consolado por su madre, así yo los consolaré a ustedes" (Is 66:13).

Alabanza:  Alabado seas Señor "bienaventurado y único Soberano, el Rey de los reyes y Señor de los señores" (1 Tim 6:15). ¡Aleluya!

Referencia:  (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 18 de febrero de 2016.

El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.