< <  

Lunes, 30 de mayo de 2016

  > >
2 Pedro 1:2-7
Salmos 91:1-2, 14-16
Marcos 12:1-12

Ver Lecturas en Inglés
Reflexiones Similares

amar a los asesinos de tu hijo

"Esta es la obra del Señor, admirable a nuestros ojos" (Marcos 12:11).

El dueño de la viña envió servidor tras servidor "para percibir de los viñadores la parte de los frutos que le correspondía" (Mc 12:2). "Envió a un tercero, y a este lo mataron. Y también golpearon o mataron a muchos otros. Todavía le quedaba "alguien, su hijo, a quien quería mucho, y lo mandó en último término, pensando: 'Respetarán a mi hijo'" (Mc 12:6). "Y apoderándose de él, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña" (Mc 12:8). El dueño de la viña parece ser sorprendentemente ingenuo, al continuar enviando servidores para ser golpeados o asesinados, y luego mandar a su propio hijo para que lo matarán.

En esta alegoría, el dueño de la viña representa a Dios Padre. Él envió profeta tras profeta para desviarnos del pecado. Casi todos los profetas fueron rechazados. Muchos fueron asesinados. Luego, Dios Padre envió a su Hijo. A diferencia del dueño de la viña en la parábola, Dios Padre sabía con certeza que su Hijo, Jesús, sería torturado, clavado a una cruz y asesinado. Sin embargo, Él envió a Jesús para que todos pudieran ser salvados del pecado y la muerte, y algunos fueran salvados.

Si supieras de una persona que tomaría parte en matar a tu hijo, ¿lo enviarías a él? ¿Crearías a una persona que sabes que le metería un clavo a tu hijo o que le incrustaría una espina en su cabeza? Dios Padre hizo esto cuando creó a cada uno de nosotros y envió a su Hijo Jesús para salvarnos. ¿Por qué hizo esto? "Dios es amor" (1 Jn 4:16).

Oración:  Padre, permite que el amor del Espíritu me impulse (2 Co 5:14). Permíteme amar a otros sin importarme el precio.

Promesa:  "Se nos han concedido las más grandes y valiosas promesas, a fin de que ustedes lleguen a participar de la naturaleza divina, sustrayéndose a la corrupción que reina en el mundo a causa de la concupiscencia" (2 Pe 1:4).

Alabanza:  Después de una larga lucha, finalmente, Jane aceptó el perdón de Dios por abortar a su hija.

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 21 de enero de 2016.

El Nihil Obstat establece que no existe impedimento para la publicación de un libro o folleto. No implica acuerdo con contenido, opiniones o afirmaciones expresadas en el mismo.