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Lunes, 19 de diciembre de 2016

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Jueces 13:2-7, 24-25
Salmos 71:3-6, 16-17
Lucas 1:5-25

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la salvación es encarnada

"Preparando así al Señor un Pueblo bien dispuesto" (Lucas 1:17).

En las lecturas de las Escrituras de hoy, Dios toma la iniciativa de entrar en las vidas humanas y comenzar a liberar a su pueblo. Su salvación se produce mediante la concepción de los niños, en este caso Sansón y Juan el Bautista (ver Jue 13:5ss; Lc 1:13ss). Estos bebés preparan el camino para el nacimiento de otro bebé, Jesús.

Dios no deja caer del cielo la salvación de forma impersonal. Él envía Su salvación en "paquetes" humanos encarnados con los que nos podemos relacionar y a quienes podemos amar.

Dios envía Su salvación a través del tiempo. Él envía seres humanos como precursores que prepararan el camino delante de Él (ver Lc 1:16-17). Estas relaciones humanas calientan nuestros corazones y nos predisponen a amarlo a Él cuando llegue a nuestras vidas.

Dios envía Su salvación por medio del amor humano, el amor de madres y padres. En lugar de enviar gobernantes militares que son de temer, Dios emplea la intimidad del amor matrimonial para preparar Su camino.

En resumen, la salvación de Dios es humana, apasionada, necesita tiempo para desarrollarse, es tan vulnerable como un pequeño bebé, implica relaciones que preparan su camino, y da la bienvenida a la vida. Es decir, Su salvación es encarnada y personal.

La historia de la salvación es rica. Esté abierto a todas las facetas de la salvación. Acepta a Jesucristo como Salvador en toda Su riqueza.

Oración:  Padre, que nunca abarate Tu regalo de la salvación, por la forma en que lo presento a los demás. Abrazo Tu amor salvador, y lo compartiré con miles de personas.

Promesa:  "Esto es lo que el Señor ha hecho por mí, cuando decidió librarme de lo que me avergonzaba ante los hombres" (Lc 1:25).

Alabanza:  "Oh Flor de la madre de Jesse, Tú has sido plantada como un signo para todos los pueblos; reyes están de pie en silencio en Tu presencia; las naciones se inclinan en adoración ante Ti. Ven, que nada evite que vengas en nuestra ayuda".

Referencia:  (Esta enseñanza fue presentada por un miembro del equipo editorial).