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Martes, 7 de enero de 2014

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san Raimundo de Peñafort


1 Juan 4:7-10
Salmos 72:1-4, 7-8
Marcos 6:34-44

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yo creo en milagros

"Luego Jesús tomó en sus manos los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, dio gracias a Dios, partió los panes y se los dio a sus discípulos para que los repartieran entre la gente" (Marcos 6:41).

Jesús tomó el almuerzo de un jóven, cinco panes de cebada y dos pescados (Jn 6:9) y los multiplicó en comida de gran valor (Mc 6:37). ¿Hizo Jesús esto realmente? Sí. Las Escrituras son claras al decir que Jesús hizo un milagro de multiplicación. Este es el milagro más frecuentemente escuchamos, se encuentra seis veces en los cuatro evangelios. Jesús no preparo esta comida o hizo que la gente compartiese su propia comida. La Biblia es clara, Jesús hizo un milagro. ¿Hace Jesús esto hoy? Sí. Hay muchos milagros reales de multiplicación a través de la historia de la Iglesia e incluso antes de que la Iglesia existiese. (Cfr. 2 Re 4:42ss). Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre (Cfr. Heb13:8). ¿Cómo recibimos un milagro de multiplicación? Primero, necesitarlo. El Señor nos da a muchos de nosotros tanta comida que no necesitamos multiplicarla, pero más bien distribuirla. Podemos necesitar que otras cosas, así como tiempo y energía, sean multiplicadas. Segundo, para recibir un milagro de multiplicación, nosotros debemos expresar fe en Jesús. . Tercero, necesitamos fe para recibir el milagro de multiplicación. El Señor nos ayuda a crecer en la Fe (Rom 10:17) enseñándonos muchas cosas (Mc 6:34). ¿Hará Jesús un milagro de multiplicación en Navidad? Es muy posible. Navidad es la unión de Cristo y la Misa. En la Misa, Cristo no sólo multiplica el alimento sino que lo transforma en su cuerpo y sangre. Espera un milagro en Navidad.

Oración:  Padre, dame la fe para mover montañas (Mt 17:20) y hacer milagros en el nombre de Jesús.

Promesa:  "Amor, entonces consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió a su Hijo, ofreciéndolo en sacrificio por nuestros pecados" (1Jn4:10).

Alabanza:  San Raimundo alentaba: "Así como bebes la Copa del Señor Jesús (¡que glorioso es!), da gracias al Señor, por todas sus bendiciones".

Rescripto:  †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 19 de julio de 2013

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