la palabra edificante de dios
"Ahora los encomiendo al Señor y a la Palabra de su gracia, que tiene poder para construir" (Hch 20,32).
A medida que se acerca Pentecostés, el Señor pone cada vez más énfasis en su Palabra. En el sexto día de la Novena de Pentecostés, estamos orando por una gran manifestación y derrame del Espíritu Santo. Una de las primeras acciones que Él realiza es la de abrirnos el entendimiento a la Palabra de Dios hecha vida (Heb 4,12) y usarla para edificar a los suyos (Hch 20:32).
En el primer Pentecostés, el Espíritu inspiró a san Pedro a predicar apoyado en los salmos (Hch 2,25ss). Luego, inmediatamente el Espíritu usó la Palabra proclamada para convertir tres mil personas a la fe (Hch 2,41). Cuando el Espíritu Santo usa la Palabra de Dios (Ef 6,17), hay crecimiento, transformación, hay Vida.
Si tomamos en serio, la idea de pedir que el Espíritu Santo se derrame sobre nosotros, tenemos que profundizar en las Escrituras como nunca antes. Muchos de los que reciben al Espíritu Santo, notan rápidamente que las escrituras "saltan a la vista" con nueva claridad. Para esto, es necesario que tomemos el tiempo de leer la Biblia. Jesús nos ha dado la Palabra de Dios (Jn 17,14). Él también derrama el Espíritu sobre nosotros para que la Palabra de Dios se multiplique en nosotros. Por lo tanto pongamos de nuestra parte leyendo nuestras Biblias diariamente. Permanezcamos en la Palabra de Dios (Jn 8:31), seamos edificados (Hch 20:32) y así edificaremos el Reino de Dios.
Oración: Padre, haz que los católicos lean, recen, estudien, compartan y obedezcan cada vez más tu Palabra.
Promesa: "Por ellos me consagro, para que también ellos sean consagrados en la verdad" (Jn 17,19).
Alabanza: San Isidro, un Labrador, comenzaba cada día con la Misa de la mañana. Él y su esposa son santos canonizados.
Rescripto: †Reverendísimo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 19 de diciembre de 2012
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