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Jueves, Agosto 9, 2012

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Santa Teresa Benedicta de la Cruz


Jeremías 31:31-34
Salmo 51:12-15, 18-19
Mateo 16:13-23

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Reflexiones Similares

"¿quien digo yo que soy?"

"¿Y ustedes quien dicen que soy yo?" &#151;Mateo 16:15

Jesús preguntó a sus discípulos:" ' Quien dicen ustedes que soy yo?' Tú eres el Mesías' contestó Simón Pedro 'El hijo del Dios vivo!' "La respuesta de Pedro era correcta, sincera y una gracia de Dios (Mt 16:17). Aunque, Pedro no entendía completamente lo que había dicho. No mucho tiempo después, Jesús incluso "se volvió a Pedro y le dijo 'Retírate y ponte detrás de mí Satanás! Quieres hacerme tropezar. Tus ambiciones no son las de Dios, sino las de los hombres" (Mt 16:23).

Puede ser que le hayas dado tu vida a Jesús. Puedes realmente haberlo creído cuando aceptaste a Jesús como tu Salvador y Señor. Sin embargo, puedes no haberlo hecho según "el criterio de Dios sino del hombre"(Mt 16:23) Tienes que decir como San Pablo: Ya no lo conocemos a El según la carne"(2 Co 5:16)

Ahora mismo, dale tu vida a Jesús de nuevo.-según Sus medidas, no las tuyas. Ama a tu Señor con todo tu corazón, y deja que Jesús, no tú, determine qué quiere decir "todo". No trates de hacer a Jesús a tu imagen y como te gustaría, para creer en este Jesús que es una proyección tuya. Por lo contrario, fórmate un modelo semejante al de Su muerte"(Flp 3:10). Deja a Jesús ser Señor de tu aceptación de El como Señor.

Oración:  Jesús, que Tú no te acomodes a mi vida, que sea yo quien me ajuste a la Tuya.

Promesa:  " Ya llega el día, dice el Señor, en que yo pactaré con el pueblo de Israel y con el de Judá una nueva alianza " —Jr 31:31

Alabanza:  Edith Stein, una profesora Judía altamente calificada, se convirtió del Judaísmo al Catolicismo y entró en una orden religiosa tomando el nombre de Teresa Benedicta. Ella siempre guardó muy cerca de su corazón al pueblo Judío, ofreciendo su vida a Dios como sacrificio por el bienestar espiritual de ellos.

Rescripto:  †Muy Reverendo Joseph R. Binzer, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis de Cincinnati, 22 de junio de 2012

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